Cuando Enrique P. Coelho tenía 31 años y una amplia carrera como reportero para medios españoles y portugueses, reparó en cómo cada vez más algunos de sus colegas extranjeros comenzaban a pedirle ayuda para realizar trabajos en tierras lusas. Era el año 2004 y sin tener muchas nociones del oficio, Enrique comenzó a trabajar como “fixer”.
—Nunca había escuchado de qué trataba este trabajo, solo fui aprendiéndolo mientras lo hacía—, reconoce hoy, mientras bebe un café junto a su colega y cofundadora de The Lisbon Fixers: Meeri de Oliveira.
Ambos se conocieron en noviembre de 2018 y, casi inmediatamente, decidieron trabajar juntos. Meeri es mitad finlandesa y mitad portuguesa. Hace algunos años volvió a Portugal desde California, donde estudió y aprendió a hacer cine. “En el trabajo”, dice Meeri, “intentamos mezclar lo mejor de ambos mundos: Enrique trae consigo su experiencia en el periodismo y yo la mía en el mundo de la producción y el entretenimiento".
Para comenzar, ¿cómo definirían a The Lisbon Fixers?
Enrique: Un fixer es un “journalistic aide”. Es decir, un asistente que presta apoyo local a producciones extranjeras, sean estas equipos de noticias, productoras de cine o empresas que quieran realizar trabajos audivisuales en el extranjero.
Meeri: Aunque realizamos este trabajo desde hace años, ahora estamos tratando de darle una estructura formal al proyecto. Nuestro objetivo es crear una plaaforma para todo un colectivo de freelancers de áreas creativas: periodistas, production managers, directores de fotografía, técnicos de todo tipo, escritores...
Entonces, ¿cuándo fue que se decidieron a crear TLF?
E: Es una idea que me ronda desde hace unos cuantos años, aunque di los primeros pasos para crear un portfolio de los trabajos que había realizado. Cuando comencé, sabía tan poco de este mundo que, cuando alguien mencionó la palabra "fixer", mi única referecia mental era la del personaje de Harvey Keitel en Pulp Fiction, "Mr. Wolf, the fixer".
Pero con un giro un poco diferente... tu trabajo no era deshacerse de un cadáver en el auto de John Travolta...
E: Exacto. La idea era ser un "fixer" pero no del mundo criminal, sino del periodístico. Como dije antes, lo que los anglohablantes llaman un "journalistic aide". Y en el contexto periodístico, eso es lo que es un fixer: una especie de ayudante, un hombre o mujer orquesta para producciones ligadas a la información o el entretenimiento.
Tras el impulso inicial ¿cuándo se comenzó a gestar concretamente TLF?
E: En este momento, mientras hablamos (risas).
M: Cuando hicimos nuestro primer trabajo juntos (para Puma), mucha gente nos comentaba que funcionábamos muy bien en equipo. El trabajo fluía muy bien, como si fuésemos un equipo con años de experiencia. Poco después, Enrique me propuso ser socios. Fue entonces cuando decidimos iniciar esto.
E: Empezar es siempre lo más fácil. Ahora viene el darle continuidad y contenido al proyecto.
¿“The Lisbon Fixers” significa que sólo operan en Lisboa o abarcan más terreno en Portugal?
M: Originalmente nuestro nombre iba a ser Pulp Fixers -en homenaje a Pulp Fiction-, pero decidimos quedarnos con TLF ya que es más fácil de encontrar. Y actualmente operamos en Portugal y España - en toda la Península Ibérica, en realidad, sin olvidar las islas: Azores, Baleares, Canarias y Madeira.
¿Han tenido experiencias filmando en España?
E: Sí. El más significativo fue un proyecto para France 3, "Le Grand Tour". Un trabajo que desde el principio estaba pensado para España y Portugal, y por ello me llamaron (yo hablo ambos idiomas). Pasamos 40 días filmando en Toledo, Córdoba y el sur de Portugal. Un rodaje Ibérico que se concentró en los años dorados de Al-Ándalus: la civilización islámica qué se instaló y sobrevivió durante varios siglos en la Península Ibérica.
Tomando en cuenta sus experiencias ¿cuáles creen que son las características que debe tener un buen fixer?
E: Un buen fixer debe ser versátil, polivalente; debe hablar idiomas y saber conducir bien, incluidos los coches grandes. Tiene que estar al tanto de cuestiones burocráticas y de cuestiones estéticas. Tiene que tener una agenda amplia. Yo suelo decir: con mi agenda de contactos, con tres llamadas puedo encontrar a cualquier persona en Portugal. En España quizás necesite una o dos llamadas más (risas).
M: Una fixer necesita estar alerta, lista para los cambios; debe ser de fácil adaptación, rápida de pies, lista para resolver problemas. Y lo más importante, cosa que sigo aprendiendo, es ser muy sosegada, tener calma en medio de la tormenta. Porque cualquier cosa puede cambiar en solo un minuto - en medio de una producción nunca logras predecir cómo va a ser tu día. También hay que saber llevarse bien con la gente, ayudarles a entender la cultura portuguesa y entrar en ella. Hay mucho de mediación entre lenguas, culturas y costumbres.
¿Cuáles diríais que han sido vuestras mejores experiencias en TLF?
M: Para mí la de Puma fue muy interesante. Vinieron a la media maratón de Lisboa y trajeron media docena de equipos de "runners" de alrededor del mundo. Rusia, Sudáfrica, Ucrania... Fue una producción espectacular, muy distinta a lo que habíamos hecho previamente. Tuvo de todo: desde montar pequeñas fiestas, exhibiciones, tomas callejeras estilo guerrilla, y toda la carrera por Lisboa! Fue un trabajo intenso, que exigió muchas y muy variadas cosas de nosotros, desde la creatividad hasta conocimientos de Lisboa, que es una ciudad muy urbana y agradable de interactuar.
E: El de Puma fue un proyecto muy divertido, pero yo elegiría otro. El programa más espectacular en el que he trabajado fue A pleines dents !, que contaba con el actor francés Gérard Depardieu. Fue espectacular, tenían un equipo muy grande y recorrimos buena parte de Portugal. Depardieu, por ejemplo, había solicitado por contrato contar con un helicóptero para cada capítulo.
¿Cuál dirían que es la diferencia entre TLF y otras empresas del sector en Portugal?
E: Diría que la principal es esta: la mayoría de las empresas que operan en Portugal son extranjeras. Eso quiere decir que no son locales. Y lo que TLF quiere ser es la primera empresa local con sede en Portugal, que opera en Portugal y especializada en el mercado portugués.
M: Por lo general, los fixers suelen trabajar de forma solitaria, pero en TLF somos un grupo. La gente por lo general busca un fixer porque no quiere contratar a una gran productora. Sin embargo, nosotros les damos lo mejor de los dos mundos. Estás trabajando con un fixer, sí, pero tienes la versatilidad y el capital humano de una productora; todo por menor precio. Tenemos personas de todas las áreas, y dependiendo de cuál sea tu proyecto, tendremos el fixer perfecto para ti. Muchos de los fixers que conozco no comparten sus trabajos. Nosotros no somos así. No se trata de nosotros, sino de los clientes y cómo podemos ofrecerles lo mejor posible.
E: A esa idea me gustaría agregar lo siguiente: The Lisbon Fixers está abierto a colaborar y trabajar con otros fixers u otras compañías del rubro. Que todo el nuevo trabajo que está llegando a Portugal llegue al mayor número de personas posible. Y nosotros somos los primeros en compartir trabajos cuando estos exceden nuestras capacidades.
¿Creen que la empresa tiene el potencial de atraer nuevas producciones a Portugal?
E: Pienso que Portugal aún está infrautilizado para el rodaje de producciones, sean pequeñas series de televisión o incluso de películas. Obviamente ya existe un mercado, pero para la cantidad de paisajes y lugares increíbles que Portugal ofrece, sigue siendo un país muy poco utilizado. La idea de formalizar esta nueva estructura en The Lisbon Fixers es captar producciones mayores, que buscan socios en Portugal. Es con vista a esos mercados que TLF se quiere consolidar.
Comments